
El Sáhara, 1890. Cuando Beatriz Ayala vuelve en sí, después de estar a punto de morir en el desierto, tiene una sola idea en la cabeza: regresar a su hogar en España, del que fue brutalmente arrancada para ser vendida como esclava. Nada ni nadie va a impedírselo. Ni siquiera Tahir Abdul-Azim, el poderoso líder tuareg que la ha salvado de las garras de la muerte, tan atractivo e imponente que despierta en ella un fulgurante deseo imposible de dominar. Pero él no parece opinar lo mismo. Tahir vive para su pueblo, y está dispuesto a cualquier sacrificio por él. Sobre todo si ese sacrificio incluye hacerse cargo de una hermosa y testaruda mujer por la que se siente irremediablemente atraído. Consciente de que pertenecen a mundos totalmente opuestos, pero dispuesto a vencer su carácter obstinado para convertirse en el amo de toda su pasión, la acepta como huésped. Iniciarán así una aventura, en un paraje asolado por las luchas internas de poder y los efectos devastadores de la colonización, donde Beatriz será capaz de sortear toda clase de peligros, excepto uno: resistirse al oscuro embrujo del hombre que la protegerá con su vida, irrumpiendo con fuerza en su corazón.
Una apasionante epopeya que es a la vez un canto a uno de los pueblos más singulares del mundo. Los tuareg constituyen un pueblo altivo cuyo código moral difiere del de los árabes. Auténticos hijos del desierto, los tuareg no tienen rival en cuanto a sobrevivir en las condiciones más adversas. El noble inmouchar Gacel Sayah, protagonista de esta novela, es amo absoluto de una infinita extensión de desierto. Cierto día llegan al campamento dos fugitivos procedentes del norte, y el inmouchar, fiel a las multiseculares y sagradas leyes de la hospitalidad, los acoge. Sin embargo, Gacel ignora que esas mismas leyes le arrastrarán a una aventura mortal...
Los ojos del Tuareg narra con dramatismo y perspicacia los conflictos provocados por uno de los grandes acontecimientos deportivos y publicitarios del mundo occidental: el famoso rally París-Dakar. Veinte años después de haber escrito Tuareg, el autor -empujado por los injustos acontecimientos que están ocurriendo en el corazón de África- retoma los personajes de aquella novela, que ha pasado a convertirse en un clásico del género de aventuras. Las tribus nómadas del Sáhara más profundo llevan años sufriendo la brutal agresión que significa el paso cada año por sus tierras de cientos de vehículos en una insensata carrera que destruye vidas humanas, cultivos y ganado, sin aportar a cambio más que la estúpida gloria de llegar el primero a una meta imprecisa. Ya se han cansado. A los ojos de un tuareg, ésa es una absurda «prueba deportiva» que jamás debería volver a atravesar sus territorios, y para impedirlo están dispuestos incluso a dar la vida. Reseña: «Las suyas son novelas rabiosamente entretenidas.» Qué Leer
Moussa Ag Assarid lleva el viajar en la sangre. Nacido en el norte de Mali hacia 1975, hijo de padres nómadas y primogénito de una familia de trece hijos. Con 23 años, el joven tuareg llega a Francia y cambia los dromedarios de su infancia por el TGV y el metro.Siempre en movimiento e interesado en conocer a los demás, Moussa describe en esta obra su fascinación y perplejidad ante el mundo occidental que va descubriendo: su naturaleza, sus habitantes y sus costumbres, y todo aquello que no vemos pese a tenerlo cerca.Los comentarios y las anécdotas que cuenta, como la cama del hotel tan grande que podrían dormir en ella todos los niños de su jaima, el milagro del agua que sale de los grifos, la magia de las escaleras mecánicas y las puertas automáticas... son a un tiempo divertidos y enternecedores, y además muy lúcidos, sin ocultar a veces la decepción por cosas como la falta de tiempo y de calor humano. Su texto, siempre impregnado por su cultura y por su arte de vivir nómada, constituye para los occidentales una ocasión de sonreír pensando en nosotros mismos. «Que un pastor tuareg llegue a estrella en Europa es tan improbable que Moussa lo interpreta como un...
Mediante una descripción precisa que recoge la geografía, la flora, la fauna, la historia, los habitantes y las costumbres, y con el soporte de un excelente material fotográfico, descubrimos la complejidad y la grandiosidad del desierto del Sáhara. La intención del autor es llevarnos a un viaje, como lectores, y que lleguemos a entender y amar su cultura milenaria, sus magníficos parajes.
Gacel Gayah ha muerto. Su familia ha sido rechazada por los habitantes del pueblo. Ahora todos sus miembros deberán abandonar Tuareg para vagar por el desierto hasta encontrar un lugar donde poder instalar un nuevo campamento. Todo se hace mucho más difícil para ellos en aquel territorio hostil. Pero finalmente tendrán suerte; encuentran tres palmeras y deciden construir un pozo, porque aquí lo más importante es el agua. Esa penosa aventura cobrará nuevas víctimas, pero finalmente lo consiguen. Todo parece, entonces, volver a la normalidad. Con leyes propias y tradiciones muy arraigadas, la vida transcurre en aquel lugar. La hospitalidad es un principio que los nativos respetan, aún con sus enemigos. Por eso el maravilloso líquido no sería negado a ningún viajero en tránsito que lo solicitara. Pero el conflicto se desencadena cuando un mal agradecido contamina con aceite la preciada fuente de vida.
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